lunes, 26 de mayo de 2008
"El Contrabajo"
¿Qué puede hacer un actor o actriz solo en el escenario frente a un grupo de espectadores? ¡Pues actuar! He allí lo que ha hecho el joven Jesús Miguel Das Merces con el monólogo El Contrabajo(estrenado en Münich el año 1981) del escritor expresionista Patrick Süskind , bajo la dirección general de la actriz María Teresa Haiek con el grupo Amarcorteatro, presentado en la sala San Martín de Caracas el viernes 30 de mayo en su temporada 2008. Fue un trabajo escénico con una duración aproximada de una hora y diez minutos. Un tiempo que transcurrió con un discurso de un músico, específicamente un contrabajista o "funcionario público de la Orquesta Nacional" como bien se oye decir a lo largo del texto. La actuación de Jesús Miguel Das Merces se paseó por la amargura y la frustración de un hombre apasionado por la música con una vasta cultura en la materia cuya decepción es no haber trascendido con su arte en la eternidad aunado a la condena de no encontrar pareja, la capacidad histriónica del actor en proyección nos trasladó al mundo personal del protagonista masculino con una destreza medida y dosificada que dio por resultado un personaje acabado y en cónsona vinculación con el autor y la dirección escénica. El montaje fue muy digno. Sólo un actor, un texto o discurso y el público. En líneas generales, eso es la esencia del teatro occidental. Durante el monólogo la variedad de emociones se fueron colando lo que creó una malla comunicacional entre el público y el trabajo actoral. La dirección de Haiek estuvo concisa, sencilla y centrada en el hombre de treinta y cinco años, contrabajo de la "Orquesta Nacional" enamorado de una Mezzosoprano o tal vez de su propio instrumento hasta el punto de metamorfosearlo en su imaginación en una mujer voluptuosa de caderas. El trabajo discursivo estuvo repleto de matices y de imágenes lingüísticas. El texto fue coherente con su contenido y cohesionado en su relación oral-escrita.
Durante la (re)presentación se observó una investigación clara y exhaustiva en cuanto al repertorio musical que se utilizó, incluso se tocó unos acordes en el contrabajo. Aquí otro punto a favor del montaje, la dirección y el actor en cuestión se esmeraron en realizar una correcta ejecución parcial del instrumento.
Sólo puedo repetir que me pareció un montaje interesante en cuanto a la génesis del teatro como hecho artístico y socio cultural, sin dejar de apuntar la correcta y perfilada superación profesional en el campo de la actuación de Jesús Miguel Das Merces llevado por la veteranía y capacidad estética de María Teresa Haiek-
Hecho por: Bruno Mateo.
Ccs, 01 de junio de 2008
jueves, 22 de mayo de 2008
El contrabajo de la Haiek
Artes escénicas y literatura venezolanas /Informaciones y críticas /E.A. Moreno-Uribe
Thursday, May 22, 2008
Durante las dos últimas décadas hemos visto tres montajes caraqueños, bien diferentes entre sí, gracias a Dios, del monólogo El contrabajo, del alemán Patrick Süskind (Ansbach, 26 de marzo de 1949). El primero, de legendaria factura e inolvidable por todo lo que ahí se mostró, lo dirigió Enrique Porte, lo actuó el músico José Vaisman Sandino y se presentó en un espacio improvisado de la Asociación Cultural Humboldt; el segundo, en la Sala Horacio Peterson, fue otro espectáculo creativo a cargo del puestista Basilio Álvarez y el intérprete Giovanni Reali, ayudado por un singular dispositivo escenográfico; y ahora, el tercero, muy pedagógico y centrado más en el hombre, comandado por María Teresa Haiek, y con el actuante Jesús Das Mercedes hace temporada en el Teatro San Martín,en Artígas.
¿Por qué tanto interés de los teatreros criollos por esa pieza estrenada en Munich (1981), la cual es una especie de filete mignon para las agrupaciones? No tenemos muchas respuestas, pero es obvio que se trata de un texto atractivo, que no requiere muchos gastos de producción, salvo el aparatoso instrumento musical, y además es una especie de reto para aquellos que pretendan ser actores y además monologantes. Y, según nuestro juicio, la versión española está editada y la fusilan cotidianamente, porque abarata los costos y además es “un sólido resuelve”, ya que no ingresan al país muchos textos teatrales, sin contar las digitalizaciones que viajan por la Web. Es, pues, delicada prueba de fuego para las nuevas generaciones de comediantes que se atrevan a llevarlo a escena.
El contrabajo, que no supera los 70 minutos de correcta interpretación, no es otra cosa que el melodrama de un músico enamorado de su instrumento y de una difícil dama que todavía no ha cedido a sus requerimientos. Es también toda una docta clase sobre la importancia del contrabajo en la orquesta, una disertación entretenida bien combinada con los líos amatorios del monologante. Todo se realiza dentro de una especie de espacio insonorizado, que es donde mora el caballero.
Es, pues, un acto teatral grato y mucho más cuando se pondera a un respetable comediante emergente como Jesús Das Merces, quien ha sido bien llevado por la veterana educadora María Teresa Haiek y producido por AmarcorTeatro. Una institución que funciona desde el 25 de junio de 1990, cuando debutó con el montaje de El rey se divierte, de Víctor Hugo, en el Teatro Alberto de Paz y Mateos de Caracas. Desde ese momento ha intensificado sus labores con talleres de actuación, voz y expresión corporal, además de válidos espectáculos. Son gente buena y casada con el teatro, como lo han demostrado hasta ahora, a pesar de contar con magros recursos, los cuales “equilibran” con sus pasiones y sus propuestas escénicas.¡Buena suerte
Posted by E. A. Moreno-Uribe at 5:27 AM
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