sábado, 28 de junio de 2008

Recomendaciones (wasâyâ) y consejos (nasâ'ih)

Sa’îd ibn 'Uzman ha referido esto: Yo he oído decir a Dhû-l-Nûn:

«¡Guárdate de formar parte de los que se atribuyen indebidamente el conocimiento, o de los que desnaturalizan el renunciamiento, o tam­bién de los que se agarran a las practicas rituales!». Alguien le pregunto entonces: «¡Que Al-lâh te tenga misericordia! ¡Explícanos eso!» Y he aquí cual fue su respuesta: «¡No sabes pues esto! Si llamas la atención sobre ti en materia de conocimiento, cuando no has realizado absolutamente las verdades profundas, tú eres de los que pretende falsamente. Si se te atribuyes elogiosamente en el aspecto del renunciamiento una condición a la que eres inferior, tú la desnaturalizas. Y si vinculas tu corazón exclusivamente a las practi­cas rituales creyendo que serás salvado de Al-lâh gra­cias a ellas, en lugar que lo seas por Al-lâh a través del culto que le rindes, ni te agarras únicamente a estas practicas, en lugar de vincularlas a Aquel que dispone de ellas y que Se muestra bueno para contigo haciéndote el don».

Abu Ya’qub Ishâq ibn Ibrahîm al-Hawwâs ha referido esto: Yo he oído a Dhû-l-Nûn decir:

«¡Que el que se empeña en el camino que conduce a la vida futura, interrogue y consulte lo mas posible a los sa­bios, y que lo primero que pregunte, sea comprender porqué todas las cosas no pueden ser alcanzadas mas que gracias a la inteligencia! ¡Desde el deseo de servir a Al-lâh, trata de comprender que servirás, y entonces Lo servirás!».

Yûsuf ibn al-Husayn ha referido esto: Yo he oído a Dhû-l-Nûn hacer la recomendación siguiente a un hombre que le había pedido consejo:

«¡Que las cosas a las que tu des preferencia y que te serán las más queridas, sean cumplir perfectamente lo que Al-lâh te ha impuesto y preservarte de lo que te ha prohibido! Porque de lo que Al-lâh te ha hecho un deber es lo mejor para ti y vale bastante más que los actos piadosos que tú te eliges sin estar obligado, pensando que ellos realizan de una forma mas eficaz lo que tu deseas, coma es el caso para el que se castiga en media de la pobreza y de las privaciones. La única cosa que debe importar al servidor, es ob­servar constantemente sus deberes de obligación es­tricta, cumpliéndolos de una manera perfecta y según todas las reglas, y considerar con atención lo que le ha sido prohibido, de forma a preservarse lo mejor posible. Hay una cosa que separa de su Señor a los servidores, que les impide saborear el dulzor de la fe y realizar la verdadera sinceridad, y que separa sus corazones de la visión de la vida futura y de lo que Al-lâh ha preparado para Sus amigos y para Sus enemi­gas, coma si tuvieran este espectáculo bajo los ojos. Y esta cosa, es que ellos descuidan la importancia del perfecto cumplimiento de las obligaciones que Al-lâh ha impuesta a sus corazones, a sus oídos, a sus vistas, a sus lenguas, a sus manos, a sus pies, a sus vientres y a sus órganos sexuales. Si ellos se consagraran a todas estas cosas y las cumplieran perfectamente, eso les llenaría de una piedad tal que sus cuerpos y sus cora­zones sufrirían de llevar el peso del magnifico socorro y de los clones generosos con los que se les gratificaría. Pero la mayor parte de los «recitadores del Co­rán» (qurrâ’) y de los ascetas (nussak', sin duda a tomar aquí en el sentido de «falsos devotos») han he­cho poco caso del carácter infame de los pecados y han dado poca importancia a sus propios defectos, privándose así para mas adelante de la recompensa que será el gozo de los hombres de buena voluntad. ¡pide perdón a Al-lâh por lo que dices pero no haces!».

«La Corona del Islam» ha referido esta recomendación de Dhû-l-Nûn a su hermano Dhû-I-Kifl:

­«¡Sé aquel que se describe como un hombre de bien,

pero no seas el que (solamente) describe el bien!».

Muhammad ibn al Husayn al Gawhrî ha referido esto: Yo he oído a Dhû-l-Nûn decir:

«El que sabe que tiene que presentarse ante Al-lâh para que Él le interrogue sobre lo que ha hecho en este mundo, está obligado a no dar la preferencia a lo que solo es poca cosa y miserable sobre lo que es magnífico y dado a profusión. No se debe dar la preferencia a la indolen­cia y a la negligencia sobre la y la diligencia. Y eso sobre todo si es de los que Al-lâh ha fortalecido por la perfección del saber y de los que Él ha fecun­dado la inteligencia por las pruebas que aporta la comprensión; no debería por tanto errar por las ti­nieblas de la despreocupación, coma hacen los igno­rantes. Es sorprendente, de todo hecho sorprendente, que tales hombres puedan abandonar la obediencia a Al-lâh, complacerse en otra compañía que la suya, y poner su confianza en este bajo mundo, con todas sus vicisitudes y su multitud de azores, que los humilla siempre más, y que respetan todavía mas. ¡Y es sor­prendente también que no se despierten de su entor­pecimiento, para quitarse el collar de hierro que aprieta su cuello y desgarrar el velo de los vicios (li­teralmente: «de la herrumbre», rân; (cf. Corán LX­XXIII, 14) que recubre su cuello!.

El mejor de los consejeros ¡hermano mío! es aquel que se encargara de ti en el camino y te dará la señal de partida, pero no aceptará de ti ni «mas tarde», ni «yo espero», ni «acaso», ni «eso se hará», porque jamás he visto tal actitud aportar otra cosa que el fracaso y la pesadumbre al que la adopta».

*Del libro La maravillosa vida de Dhû-l-Nûn el Egipcio
Editora Regional de Murcia


Fecha Original:03/11/2003

martes, 3 de junio de 2008

El tormento de un contrabajo


En Primera Fila Entrega No 108

Estimados lectores:

A continuación presentamos la centésima octava entrega de “En primera fila”, una serie de publicaciones que les hacemos llegar, gracias a la gentil colaboración del
Lic. Luis Alberto Rosas.

Dos Razones para ir a San Martín

La marquesina actual del teatro San Martín de Caracas, exhibe dos extraordinarias ofertas para disfrutar de buen teatro venezolano: Segundo Padre, en su Sala Principal y El contrabajo, en la Sala TextoTeatro , sendas propuestas que hablan muy bien del intenso trabajo que los profesionales del arte escénico venezolano realizan amén de las dificultades de producción.

El Contrabajo

Patrick Süskind vuelve a la escena venezolana, esta vez de la mano de la agrupación Amarcord Teatro, bajo la égida de la primera actriz Maria Teresa Haiek, quien junto a su actor Jesús Miguel Das Merces, dan vida a la atormentada historia de un músico encerrado en su cápsula insonorizada, atrapado por la enajenante relación que lleva con su instrumento: el contrabajo.

La anécdota no nos es ajena, puesto que en 1998, gracias a la agrupación Skena, pudimos apreciar esta joya de la literatura universal de la mano del director Basilio Álvarez y el actor Giovanni Reali, quienes cosecharon grandes éxitos con la puesta en cuestión.

Sin embargo, la lectura que Haiek realiza nos muestra a este músico de la Orquesta Nacional alemana, dependiente de un sueldo y atrapado en sus disertaciones internas frente a su realidad, encarnado de manera contundente por el actor Jesús Miguel Das Merces. Un personaje construido desde el interior para conmover al público, sin necesidad de lo obvio, de la desesperación y del exagerado gesto que supondríamos podría caracterizar este tipo de personalidad. Por el contrario, Das Merces junto a Haiek, logran hilar fino la vida interna tan compleja de este carácter para enfrentarlo al espectador en una puesta en escena sencilla, coherente, limpia y sin ninguna intención más que la de llevar a escena de manera correcta un difícil texto que ya por su formato de monólogo invita a la distancia escénica.

Lo interesante de esta propuesta es que lo anterior no ocurre, todo lo contrario, el espectador acompaña a este hombre a través de sus relatos, de su soledad, de su deseo de consumar el amor sin que la relación con su instrumento se lo impida. Atrapa al público haciéndolo padecer la dependencia de un ser humano con un incómodo instrumento, que no solamente le brinda el modo de subsistencia al personaje en cuestión, sino que es su conexión con el arte y con el mundo exterior.

Es sin duda una característica innegable en los textos de Süskind, la necesidad de contar la vida de aquéllos que han decidido aislarse de la sociedad donde viven y construir personalidades que llegan a la patología con sus acciones, para terminar en ciclos interminables de encierro y cuestionamiento constante de lo felices o infelices que pueden llegar a ser con sus formas de vida.

Süskind nació en la localidad bávara de Ambach- Alemania. “Desde 1968 a 1974 estudió Historia medieval y moderna en Munich y Aix-en-Provence. Su primera obra fue un monólogo teatral, El contrabajo (1984), aunque el éxito le llegó con El Perfume (1985), que lo desveló como un gran narrador. Sus siguientes novelas La Paloma (1988) y La historia del señor Sommer (1991), narración ilustrada con dibujos de Sempé, no tuvieron el éxito de El Perfume. Actualmente vive una vida aislada al lado del lago Starnberger, en su ciudad natal.” (Tomado de: http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2340

Sólida propuesta ésta que presenta Amarcord Teatro, que se perfila como una extraordinaria oportunidad para disfrutar de teatro de autor bien realizado, con una actuación sincera, veraz, que trasciende los estereotipos y se concentra en las transiciones emocionales de este difícil carácter, que llega a conmover de manera contundente al espectador cuando se identifica con el drama de este ser condenado por sí mismo a padecer la cárcel que su autor le creó. Aunado a la cuidada producción que lleva adelante Luis Alfredo Mancera.

En síntesis, aplaudimos, reconocemos y recomendamos ampliamente las dos propuestas escénicas que nos brinda el Teatro San Martín, más hoy en día cuando revisamos nuestra cartelera teatral y descubrimos la pléyade de espectáculos en serie que inundan los teatros de la ciudad, hay que sacar con pinzas las verdaderas propuestas artísticas, creativas, profesionales y realizadas con verdadera consciencia de arte teatral, respetando al público que paga por verlas y éstas forman parte de ese grupo. Sin lugar a dudas estas dos piezas dan un respiro a nuestra cartelera y a las cuales les auguramos los mejores resultados pues consolidan lo que realmente se denomina, a nuestro juicio: buen teatro.

L. A. R.*
Caracas, 1 de Junio de 2008
Comentarios: luisalbertorosas@gmail.com

* Egresado de la Escuela de Artes de la UCV (Mención Artes Escénicas. Cohorte 1999), actor, director, productor, docente universitario, Fundador y Presidente del Grupo Teatral Delphos.