martes, 3 de junio de 2008

El tormento de un contrabajo


En Primera Fila Entrega No 108

Estimados lectores:

A continuación presentamos la centésima octava entrega de “En primera fila”, una serie de publicaciones que les hacemos llegar, gracias a la gentil colaboración del
Lic. Luis Alberto Rosas.

Dos Razones para ir a San Martín

La marquesina actual del teatro San Martín de Caracas, exhibe dos extraordinarias ofertas para disfrutar de buen teatro venezolano: Segundo Padre, en su Sala Principal y El contrabajo, en la Sala TextoTeatro , sendas propuestas que hablan muy bien del intenso trabajo que los profesionales del arte escénico venezolano realizan amén de las dificultades de producción.

El Contrabajo

Patrick Süskind vuelve a la escena venezolana, esta vez de la mano de la agrupación Amarcord Teatro, bajo la égida de la primera actriz Maria Teresa Haiek, quien junto a su actor Jesús Miguel Das Merces, dan vida a la atormentada historia de un músico encerrado en su cápsula insonorizada, atrapado por la enajenante relación que lleva con su instrumento: el contrabajo.

La anécdota no nos es ajena, puesto que en 1998, gracias a la agrupación Skena, pudimos apreciar esta joya de la literatura universal de la mano del director Basilio Álvarez y el actor Giovanni Reali, quienes cosecharon grandes éxitos con la puesta en cuestión.

Sin embargo, la lectura que Haiek realiza nos muestra a este músico de la Orquesta Nacional alemana, dependiente de un sueldo y atrapado en sus disertaciones internas frente a su realidad, encarnado de manera contundente por el actor Jesús Miguel Das Merces. Un personaje construido desde el interior para conmover al público, sin necesidad de lo obvio, de la desesperación y del exagerado gesto que supondríamos podría caracterizar este tipo de personalidad. Por el contrario, Das Merces junto a Haiek, logran hilar fino la vida interna tan compleja de este carácter para enfrentarlo al espectador en una puesta en escena sencilla, coherente, limpia y sin ninguna intención más que la de llevar a escena de manera correcta un difícil texto que ya por su formato de monólogo invita a la distancia escénica.

Lo interesante de esta propuesta es que lo anterior no ocurre, todo lo contrario, el espectador acompaña a este hombre a través de sus relatos, de su soledad, de su deseo de consumar el amor sin que la relación con su instrumento se lo impida. Atrapa al público haciéndolo padecer la dependencia de un ser humano con un incómodo instrumento, que no solamente le brinda el modo de subsistencia al personaje en cuestión, sino que es su conexión con el arte y con el mundo exterior.

Es sin duda una característica innegable en los textos de Süskind, la necesidad de contar la vida de aquéllos que han decidido aislarse de la sociedad donde viven y construir personalidades que llegan a la patología con sus acciones, para terminar en ciclos interminables de encierro y cuestionamiento constante de lo felices o infelices que pueden llegar a ser con sus formas de vida.

Süskind nació en la localidad bávara de Ambach- Alemania. “Desde 1968 a 1974 estudió Historia medieval y moderna en Munich y Aix-en-Provence. Su primera obra fue un monólogo teatral, El contrabajo (1984), aunque el éxito le llegó con El Perfume (1985), que lo desveló como un gran narrador. Sus siguientes novelas La Paloma (1988) y La historia del señor Sommer (1991), narración ilustrada con dibujos de Sempé, no tuvieron el éxito de El Perfume. Actualmente vive una vida aislada al lado del lago Starnberger, en su ciudad natal.” (Tomado de: http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2340

Sólida propuesta ésta que presenta Amarcord Teatro, que se perfila como una extraordinaria oportunidad para disfrutar de teatro de autor bien realizado, con una actuación sincera, veraz, que trasciende los estereotipos y se concentra en las transiciones emocionales de este difícil carácter, que llega a conmover de manera contundente al espectador cuando se identifica con el drama de este ser condenado por sí mismo a padecer la cárcel que su autor le creó. Aunado a la cuidada producción que lleva adelante Luis Alfredo Mancera.

En síntesis, aplaudimos, reconocemos y recomendamos ampliamente las dos propuestas escénicas que nos brinda el Teatro San Martín, más hoy en día cuando revisamos nuestra cartelera teatral y descubrimos la pléyade de espectáculos en serie que inundan los teatros de la ciudad, hay que sacar con pinzas las verdaderas propuestas artísticas, creativas, profesionales y realizadas con verdadera consciencia de arte teatral, respetando al público que paga por verlas y éstas forman parte de ese grupo. Sin lugar a dudas estas dos piezas dan un respiro a nuestra cartelera y a las cuales les auguramos los mejores resultados pues consolidan lo que realmente se denomina, a nuestro juicio: buen teatro.

L. A. R.*
Caracas, 1 de Junio de 2008
Comentarios: luisalbertorosas@gmail.com

* Egresado de la Escuela de Artes de la UCV (Mención Artes Escénicas. Cohorte 1999), actor, director, productor, docente universitario, Fundador y Presidente del Grupo Teatral Delphos.

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