La voz metálica del cantautor de Liverpool se eleva en la conciencia de los jóvenes
LUIS XAVIER GRISANTI | EL UNIVERSAL
viernes 17 de diciembre de 2010 12:00 AM
En momentos en que las tensiones internacionales se agravan y persisten conflictos armados en Afganistán e Irak por no enterrarse los vestigios de la Guerra Fría, es propicio rememorar el mensaje pacifista de John Lennon (1940-1980). Recién se cumplieron 70 años de su nacimiento y 30 de su asesinato en el edificio Dakota de Nueva York.
El fundador de los Beatles, la banda musical británica que revolucionó el mundo en los años 60, pudo haberse dedicado a continuar su exitosísima carrera con sus compañeros Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr; pero la frivolidad del consumismo y la amenaza de una conflagración nuclear que habría hecho desaparecer la raza humana y los ecosistemas del planeta, le alejaron del lujo y el confort posmodernos para crecerse como un ícono del pacifismo universal.
Para quienes sufrimos en nuestra infancia por los asesinatos de John y Robert Kennedy y Martin Luther King, y participamos en las inmensas manifestaciones contra la Guerra de Vietnam en Washington, la figura delgada y de voz metálica del cantautor de Liverpool se eleva en la conciencia de los jóvenes de las nuevas generaciones que hoy manifiestan en las capitales del mundo contra las nuevas amenazas del terrorismo y el narcotráfico, la globalización desigual, la violación de los derechos humanos y la degradación ambiental.
El hijo solitario de una madre divorciada de la clase trabajadora desdeñó la riqueza y prefirió rebelarse contra las injusticias del mudo cuando frisaba los 30 años. El autor de temas clásicos como Strawvery Fields, All You Need is Love e Imagine, estremeció, sin disparar una bala, las bases de un sistema que nos conducía a la desintegración de la convivencia humana.
lxgrisanti@cantv.net
viernes, 17 de diciembre de 2010
sábado, 4 de diciembre de 2010
Treinta años de la muerte de John Lennon.
Recuerdo que fui a visitar a Enrique Porte y en su puerta estaba una foto de John Lennon con una cinta negra. No podía creer que John Lennon hubiera muerto. Había desafiado la vida de tantas maneras... que la muerte lo atrapó descuidado, mas no olvidado. Viendo la obra de Paul Salazar: "Yo soy John Lennon", lloré recordando bellos momentos que vivimos. ¿Cómo alguien a quien no conocíamos formaba parte tan íntima de nuestras vidas? Era Lennon, odiábamos y odiamos a Yoko. La vemos como quien separó a los Beatles. Algo único en la historia musical, perfecto, necesario, nuestro. Era toda una época.
The Beatles fue un caso singular, como la Callas o Caruso, pero en la música de masas. La ópera es un arte para minorías, cómo cuesta hacer que alguien oiga ópera. Yo juntaba varias mesadas semanales, solo esperando que saliera un disco de The Beatles para comprarlo. Conozco sus canciones, sus voces, su vida, su manera de vestirse. Me gustaba y me gusta ese desparpajo, ese cambio, ya no volvimos a ser lo que éramos, habíamos cambiado. De ahí en adelante el mundo sería diferente. El 8 de diciembre se cumplen 30 años de su muerte, increíble. Y sigue doliendo igual.Y sus canciones nos siguen tocando y su voz nos sigue representando.
Una generación marcada por la música, donde The Beatles fueron y siguen siendo los protagonistas. Pero Lennon era Lennon, en solitario también marcó a toda una generación.
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