Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa.
La violencia es el miedo a los ideales de los demás.
Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.
Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego.
Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible.
Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria.
No hay camino para la paz, la paz es el camino.
Realmente soy un soñador práctico; mis sueños no son bagatelas en el aire. Lo que yo deseo es convertir mis sueños en realidad.
No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna...
Cortesía de Marco Antonio Guízar Ponce
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